p e r f i l e s d e c i u d a d

miércoles, 8 de agosto de 2018

Juez y parte


Necesito la naturaleza,
tocar la tierra y el agua
y hacer barro con ellas.
Necesito respirar el aire puro,
aromas del campo al atardecer,
ver al fondo montes y colinas
y un prado de siembra
que prometa cosechas generosas.
Necesito vivir de otra manera,
más sosegada, más animal,
no tan humana,
espanta lo que veo.
No entiendo más vida
que aquella que inunda en mí
su gracia
y roza su tierno pan mi boca,
colmando de aromas dulces
perdidos en la memoria.
Cultivar el alimento
que llene el estómago
de cuerpo y alma.
En los libres y amplios territorios,
colmar mi mirada de belleza,
oír las voces que el aire trae
de las piedras, mares y bosques,
y no este ruido sordo y monótono
que ahoga la sonora sinfonía
de la mañana.
Bajo un sol del que no me defienda,
cubrir mi piel con sus sombras
y que sus finos dedos
dejen en mis cabellos brillo de estrellas.
Necesito dejar las calles angostas
que me rodean y seguir la senda ancha
de la naturaleza sensitiva.
Mientras, bajo esta luz artificial
que engaña con falsas tinieblas,
busco entre los legajos de los días,
la razón de este caminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario