p e r f i l e s d e c i u d a d

miércoles, 9 de mayo de 2018

La vestí


La vestí con bellas prendas,
adornándole el cabello con flores.
Pinté de rosa sus mejillas
¡Estaba tan hermosa!
Calzada con zapatos de tacón
a tono con el traje,
parecía una adolescente
en su puesta de largo.
Y, de un segundo a otro,
pasó de la sonrisa de fotografía
a la mueca triste del desencanto.
¡Ay, mi niña Esperanza!
Compuesta y sin novio te quedaste.
Desnuda de nuevo
ante el frío del fracaso,
una vez más las puertas
se cerraron delante de tus narices.
Te recoge el féretro
del desengaño cruel.
Se apagó de un golpe la ilusión
en tu carita de muerta.
Perdida la luz que iluminaba tu rostro,
es ahora penumbra cenicienta.
Sólo te queda el destino
de convertirte en cadáver.
Envejecerás con los años,
anciana de pelo gris
vestida de negro luto,
llevando en penitencia
el hábito de la fe.

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