p e r f i l e s d e c i u d a d

viernes, 6 de julio de 2018

Quiero hablar

Quiero hablar de pasión,
de sábanas revueltas en la madrugada.
Sobre amores furtivos, deseos ardientes
en una clandestina oscuridad.
Hablar de cuerpos entrelazados,
bocas lascivas de labios jugosos
regazos de hermosos pechos,
elásticos miembros, cinturas ceñidas,
de uniones contorsionistas.
Muslos blancos como colinas de conchas
de nácar
que alcanzan su clímax en tan anhelada cumbre.
Hablar de amores fugaces de película,
canciones que cubran de humo
las densas noches fugitivas.
Fracasos que nos hagan rozar
el peligroso abismo,
salvada la caída por una nueva pasión
igual que cambia la noche por el día.
Abarcar los próximos abrazos
con el fuego primigenio,
dedos recorriendo un nuevo paisaje,
manos enloquecidas apretando unas nalgas
como el continente que se descubre,
llegar a ese paraíso igual que el naufrago
que alcanza la isla y, con ansiosa necesidad
traga de un bocado aquel vergel,
con las ganas de un hambriento
al que saciar de dulces placeres.
Y con el empuje animal, salvaje,
beber, la aún prometedora vida.
Pero…,
sólo puedo hablar de memoria,
rota, fraccionada, huidiza,
de reposado amor y pasión herida,
cáscaras superpuestas sobre un núcleo,
regeneración de nuestras vísceras.
Porque con el tiempo hemos dibujado
los propios horizontes,
de soledad, dolor, muerte y olvido.

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